Más de siete mil millones de personas habitantes de este planeta, católicos, cristianos, evangélicos, judíos, musulmanes, etc. Pensamientos e ideales distintos, diferente forma de ver el mundo que tienen alrededor.
Somos pequeñas hormigas que vemos pasar la vida, disfrutamos de lo que hay en medio del suelo y el cielo, algunos en camino al hospital por engordar a causa del exceso de alimentos, otros encaminados a la muerte por que no tienen que comer. Donde creemos en la política pero no en políticos, donde un hecho vale más que mil promesas y la mayoría de promesas son falsas.
Vivimos en un mundo donde los pobres quieren ser ricos y donde los ricos quieren ser aun más ricos. Sueños que se pierden por balas, balas que se pierden por personas incapaces de ser responsables colocando en riesgo la vida de una persona o tal vez de varias. Donde no queremos que se acabe el mundo pero aun así no cuidamos de él.
La sociedad, mi sociedad, nuestra sociedad, entre ella hay ladrones, personas nobles, verdaderas personas, trabajadores sociales, en fin, personas como tú y como yo, personas dispuestas a hacer algo en esta vida o simplemente a no hacer nada, Personas hipócritas que se diluyen entre todas las demás, entre buenas personas y entre unas iguales o peores que ellas. Lo único que odio en mi vida es la hipocresía, la odio con todo mi corazón, con toda mi alma. Esa hipocresía a la que muchos acudimos alguna vez.
Imaginaciones, ilusiones, cosas abstractas de un mundo del cual
hay infinitas teorías de cómo fue creado.
Así veo la sociedad...
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